La NASA tiene previsto para el caso citado en el titular su propio escenario. El astronauta Chris Hadfield ha declarado que, como parte de las simulaciones, los astronautas están aprendiendo a tratar estos casos. Si la muerte se produce en la Estación Espacial Internacional (ISS), el cuerpo podría ser almacenado temporalmente en un traje espacial presurizado para evitar los desagradables efectos de la descomposición.

La decisión final sobre el entierro de los restos corresponderá a la Oficina del Programa de la ISS. Entre las opciones posibles figuran el retorno a la Tierra o la incineración en la atmósfera.

Para misiones de larga duración, por ejemplo a Marte, pueden ser necesarias otras soluciones. Por ejemplo, expulsar un cuerpo al espacio podría dar lugar a la adición de basura espacial, lo que es contrario a los acuerdos internacionales.

En la Luna, es probable que los cuerpos sean incinerados para eliminar los microbios o enterrados en la superficie, dada la necesidad de evitar la contaminación de otros cuerpos celestes.