La empresa japonesa Kirin Holdings ha lanzado una edición limitada de dispositivos con forma de cuchara corriente. Su peculiaridad es que, cuando se enciende, la cuchara se convierte en un «transportador de iones». Y así puede formar diferentes sensaciones de sabor directamente en la boca del usuario.

La novedad no es nueva, pero la realización es importante. En el pasado, Kirin Holdings experimentó con palillos que también formaban diferentes sabores cuando era posible. El concepto resultó no ser comercialmente viable, pero la tecnología encontró su uso. Ahora tiene una nueva encarnación.

La idea es que, cerrando un circuito eléctrico al utilizar una cuchara, se puede controlar la conductividad de los iones. Cuando el usuario coge la cuchara y la toca con la lengua, se crea un circuito eléctrico y se genera un flujo de iones de sodio en exceso. Cuando la lengua entra en contacto directo con la cuchara, los iones se precipitan hacia ella, provocando una reacción gustativa. Esto se experimenta como un distintivo sabor salado o umami.

La peculiaridad de esta tecnología es que la cuchara no puede extraer más iones de los alimentos que cuando se ingieren normalmente. Sólo acelera el proceso creando una intensa sensación de sabor. Esto permite utilizar mucha menos sal real, cuyo exceso en los alimentos es muy perjudicial para el organismo.